Uno de los criterios que sigo a la hora de analizar una obra
audiovisual es su grado de dificultad contextual. Es decir, lo complicado que
resulta el momento de la producción de una fotografía, un vídeo o
incluso un proyecto entero. Os cuento esto para que entendáis por qué
considero este timelapse como uno de los mejores que he
podido ver hasta la fecha.
Esta espectacular secuencia de fotografías fue tomada por
los miembros de la expedición a bordo de la Estación Espacial Internacional
entre agosto y octubre de este mismo año, a unos 350 km de altitud. No podéis
perderos las ciudades iluminadas en la noche, las nubes en relieve o la fascinante aurora
boreal.
Ha sido facilitada por Michael König, quien explica cómo ha
tratado de mantener los colores originales que, a menudo, otorgan a la escena ese
toque surrealista que forma parte de la magia de ser astronauta y mirar por la
ventana.
Raúl
Ya hablamos…
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