7 de enero de 2011

Hoja en blanco


Cada día es una hoja en blanco. Para los soñadores, hoy puedes ser una cosa y mañana dedicarte a otra completamente distinta. No hay límites. El tiempo juega a tu favor, y no en tu contra.

Cuando llenas la hoja de garabatos, de ideas que te fulminan cuando dejas la mente en blanco y empiezas a pensar, volver a empezar es tan fácil como dejarla a un lado y coger una hoja nueva.

Crees que el 99% de cosas que escribes no valen para nada, pero te da igual. Ese 1% restante merece la pena, y ya lo creo que sí. Por eso no tienes miedo. No temes sacar un folio y empezar a escribir lo primero que se me pasa por la cabeza.

Es tu deshaogo. Tu fuente de inspiración. Una hoja en blanco.

Raúl
Ya hablamos...

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